REFLEXIÓN SOBRE EL PAPEL DEL MAESTRO EN LA VIRTUALIDAD
El maestro en el ambiente virtual
Si retomamos las reflexiones pasadas y la necesidad
imperante de la actualidad de aliarnos con las tecnologías de la información en
este tiempo de aislamiento social, debemos analizar el papel del docente y cuál
sería su forma de desempeñarse en el nuevo espacio virtual de aprendizaje que
se le presenta.
Pero, lo realmente importante no es cómo se le nombre
(aunque es necesario); sino, el cómo desempeña la misión que como pedagogo se le
ha encomendado. Según algunas conceptualizaciones, puede llamarse, moderador o
facilitador, teniendo en cuenta el contexto virtual en el que se desempeña.
Una definición encontrada nos expresa que “el moderador,
pieza clave del éxito y protagonista de los procesos de creación y gestión del
conocimiento, se dedica a reforzar estas interacciones y a intervenir en caso
de conflicto”.
“El moderador debe ser capaz de reestructurar la red
para que sea efectiva y alcance los objetivos marcados; debe saber cómo
comunicarse e intervenir para propiciar la participación; debe conocer y
aplicar dinámicas de desarrollo grupal; etc.”1
Por otro lado, encontramos el concepto de facilitador
definido como “una persona que ayuda y orienta en un proceso o actividad,
especialmente por medio de la estimulación hacia las personas a encontrar sus
propias soluciones a los problemas o tareas. Es, además, alguien que hace
posible que algo suceda.”
Teniendo en cuenta estas pequeñas definiciones, puedo
expresar que el concepto de “facilitador” es más amplio y conlleva en sí la
función del moderador, puesto que como docente en espacios virtuales se debe
facilitar que el estudiante encuentre un camino a partir de diversas
estrategias y espacios que le permitan aprender a aprender, disfrutar
aprendiendo y querer aprender; además, debe moderar los espacios y actividades establecidos
dentro del proceso educativo para que el estudiante comprenda lo que se espera
de él dentro del proceso.
Del mismo modo, el maestro, como prefiero llamarlo;
es un eslabón fundamental en el proceso de enseñanza aprendizaje en cualquier contexto,
y es el encargado de brindar espacios pedagógicos que conlleven a los
estudiantes al fortalecimiento de sus habilidades, de generar una interacción
constante con ellos que les haga sentirse acompañados en su proceso; es un ser observador
y autoreflexivo de su que hacer que busca día a día la mejora del ambiente de
aprendizaje con el fin de generar mayores opciones a sus estudiantes.
En fin, un maestro debe ser considerado como un gran
ser que apoya, modera y facilita que otros alcancen su potencial y adquieran
las destrezas fundamentales y más allá, para vivir en sociedad.
1.Asesoría Pedagógica. La gestión del conocimiento y
de los procesos. Retomado de: http://www.ite.educacion.es/formacion/materiales/89/cd/m3/3.3.htm
Mónica, es cierto que lo importante no es el nombre del docente actual, el de la virtualidad, sino el cómo asume su cambio, pues los nuevos escenarios se fundamentan en la función que desempeña. Hay que tener claro que su rol es determinante en estas lógicas de la enseñanza y el aprendizaje porque la planificación de sus acciones, así como la interacción, que es esencia de estos ambientes, es él quien las lidera desde un nuevo rol, el de moderador o facilitador, y ayuda a los participantes a apropiarse de estos espacios, pues en última instancia lo que se requiere es acompañarlos en su proceso de aprendizaje con los recursos que ofrecen las TIC.
ResponderBorrarTu red de aula es muy completa y permite ver la manera como articulas tu ejercicio desde la comunicación que estableces en tus clases.